CIUDAD DE MÉXICO
AGENCIAS
"¡Fue horrible! La gente corría desesperada y gritaba: ¡Se cayó un avión, se cayó un avión!".
Este es el testimonio de Diana R. Pineda, quien trabaja en una florería ubicada en la calle de Pedregal, en las Lomas, a tan sólo 50 metros del lugar donde ocurrió el accidente.
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"¡Fue horrible! La gente corría desesperada y gritaba: ¡Se cayó un avión, se cayó un avión!".
Este es el testimonio de Diana R. Pineda, quien trabaja en una florería ubicada en la calle de Pedregal, en las Lomas, a tan sólo 50 metros del lugar donde ocurrió el accidente.
Visiblemente nerviosa por lo que presenció hace menos de una hora, relató que se encontraba trabajando en su computadora cuando escuchó "un golpe fuertísimo que hasta cimbró el piso; al mismo tiempo se fue la luz y de inmediato salí a la calle. Empecé a gritar porque vi llamas, humo negro, negro y la gente corría y gritaba desesperada".
Al principio, Diana pensó que había explotado una bomba "o algo así... pero después la gente gritaba ¡Se cayó un avión! ¡Se cayó un avión! Regresé a mi oficina corriendo porque además, los autos se echaban en reversa a gran velocidad, tratando de huir del lugar, pero mucho de esos coches chocaron. ¡Fue horrible! También se escuchaba como si explotaran tanques de gas".
Ya más tranquila, intentó acercarme al lugar del accidente, pero las llamas crecían, según dijo.
"Había muchísimo humo negro. Como a los cinco minutos escuché las sirenas de las ambulancias y poco después, ya había patrullas acordonando la zona para que nadie se acercara".
Diana quiso llamar a sus familiares, pero el servicio de sus dos celulares (Telcel y Nextel) no funcionaba.
"¿Quién sabe qué pasó? Me espanté más porque no servían mis dos teléfonos".
Hasta las 20 horas, nuestra entrevistada aún seguía en la zona por el caos vial que había en el lugar.
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