El pasado mes de marzo, un barco oceanográfico noruego navegaba desde Ciudad del Cabo hacia la Antártida cuando comenzó a divisar los primeros icebergs desplazándose por el Atlántico Sur.
Uno de ellos les llamó poderosamente la atención ya que era la primerva vez que se veía un iceberg de colores. Específicamente con unas rayas o líneas que convertían su fina superficie en un fondo marmolado.
Uno de sus pasajeros, Oyvind Tangen, tomó la cámara y se despachó con una serie única de fotografías de gran valor estético y científico.
La mayoría de los icebergs (por no decir todos los conocidos hasta ese momento), tienen una superficie blanca debido a microscópicas e infinitas burbujas atrapadas dentro, que dispersan la luz en todas direcciones. Sin embargo, hay algunos que toman diversos colores debido a fenómenos naturales.
Habíamos visto icebergs azules, verdosos, pero siempre dentro de la gama de los colores “del agua”. En este caso la Naturaleza ha querido imprimir un patrón especial a este iceberg solitario.
Uno de sus pasajeros, Oyvind Tangen, tomó la cámara y se despachó con una serie única de fotografías de gran valor estético y científico.
La mayoría de los icebergs (por no decir todos los conocidos hasta ese momento), tienen una superficie blanca debido a microscópicas e infinitas burbujas atrapadas dentro, que dispersan la luz en todas direcciones. Sin embargo, hay algunos que toman diversos colores debido a fenómenos naturales.
Habíamos visto icebergs azules, verdosos, pero siempre dentro de la gama de los colores “del agua”. En este caso la Naturaleza ha querido imprimir un patrón especial a este iceberg solitario.
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