A bordo de la Estación Espacial Internacional, los astronautas realizaron exitosas pruebas utilizando un laboratorio portátil.
Abril 6, 2007: "¡Qué gran alivio!", dice Norman Wainwright, de los Laboratorios Charles River, en Charleston, Carolina del Sur. "Todo el equipo técnico estaba encantado de que funcionara tan bien".
Wainwright habla de un laboratorio biológico en miniatura que recientemente fue puesto a prueba, por primera vez, a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI).
El mini-laboratorio se conoce por la sigla LOCAD-PTS, que refiere al nombre del proyecto en idioma inglés: Lab-On-a-Chip Applications Development — Portable Test System (Sistema Portátil de Prueba y Desarrollo de Aplicaciones de Laboratorio en un Microprocesador), y detecta la presencia de bacterias o de hongos en la superficie de las naves espaciales con mucha mayor rapidez que los métodos de cultivo convencionales.
"La capacidad para monitorear microorganismos sería particularmente importante en viajes espaciales largos, no sólo para controlar la salud de los astronautas sino también para monitorear materiales electrónicos y estructurales, a los cuales determinados hongos y bacterias pueden provocar corrosión o daños de otra índole", manifiesta Wainwright, el investigador principal del experimento. El instrumento LOCAD-PTS está diseñado para que "los astronautas puedan realizar los análisis a bordo, sin necesidad de regresar las muestras a laboratorios en la Tierra".
Autora: Trudy E. Bell
Funcionario Responsable de NASA: John M. Horack
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